El azar no existe; Dios no juega a los dados.
Albert Einstein
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"¿Encuentro casual?"
¿Casualidad? ¿Destino? ¿La casualidad se relaciona con el destino? Es decir, ¿las cosas que creemos casuales, aquellas que ocurren de forma inesperada, en realidad son producto de lo que está destinado a pasarnos en nuestras vidas y solo lo denominamos "casualidad" porque no estamos preparados para eso en el momento que ocurre? ¿Era esto una casualidad o parte de nuestro destino? ¿Quién sabe?
Cada uno tiene su propia respuesta, ningún ser humano piensa de la misma forma, cada cual, en lo que a las cosas de la vida refiere, tiene su propia teoría. Ahora mismo no me importa en lo más mínimo adivinar o pensar esto. No cuando ese conocido par de ojos grises me miraba tan intensamente, reconociéndome.
¡Mierda, mierda, mierda! Es lo único que era capaz de decirme a mí misma. Me había acostado con un tipo casado. Seguramente mucho mayor que yo aunque no lo aparentaba. ¡Tenía un hijo… y ese niño es mi alumno! ¡Joder, Isabella! Me regañé.
Solo quería que la tierra me tragara. Había dormido con el padre del niño a quien ayudaba con sus tareas escolares. Mejor dicho: me había follado (más de una vez en una noche) al padre de uno de mis alumnos particulares que había llegado temprano del trabajo aquel día y ahora me miraba con la misma intensa mirada cargada de deseo que hace unas noches atrás y aquella sonrisa pícara que en solo unas horas había llegado a conocer tan bien… el tiempo se detuvo a nuestro alrededor. El aire se atoró en mi garganta y mi cara debía ser todo un poema. Miles de emociones revoloteaban por mi cuerpo, confusión, pánico, y algo que me descolocó por completo… esperanza. ¿De qué? No lo sabía, mi cerebro no parecía querer pensar.
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